sábado, 3 de marzo de 2012

¿Por qué se odia tanto al empleado público?


Es una pregunta que llevo haciéndome unos días, más concretamente a raíz de todo este jaleo que hay montado con la crisis, el paro, el retroceso que estamos teniendo… Es como si el empleado público tuviese toda la culpa de los males de esta situación.


Es tal el odio que se le tiene al empleado público que hasta el mismo alcalde de la ciudad de Córdoba, llegó a declarar que es injusto que este sector no haya sufrido las consecuencias de la crisis. ¿Y esto es motivo para estar triste? Cuando debería de ser una buena noticia para la sociedad, que al menos hay puestos que no se están viendo perjudicados y gracias a estos, se mueve “algo” el dinero, que es de lo que se trata.

El empleado público, al contrario que en el resto de profesiones o puestos de trabajo, ha sacrificado muchos momentos de su vida estudiando por conseguir un puesto que le garantice un futuro, más o menos estable. ¿A todos los que no trabajan en la administración pública no les gustaría hacerlo? ¿Entonces que debemos de pensar, que se nos mira con envidia y por ello se quiere (desea) que el empleado público pague los platos rotos de este desaguisado?

Me resulta muy triste que exista esta mentalidad de odio y rencor hacia un sector que lo único que hace es servir y ayudar a que esto no caiga en su máxima miseria. Ahora saldrá el listo de turno (envidioso) que dirá que los empleados públicos, lo más que hacen, es tocarse los huevos. Como en la vida misma, en nuestro día a día particular, de todo hay en la casa del señor.

¿Quién no ha tenido queja de un remiendo de albañilería por una empresa privada en su propia casa? ¿O de un fontanero? ¿O de un electricista? ¿O de alguna compañía de seguros? Pues sí, también hay empleados públicos que no realizan bien su trabajo, pero por estos, y puedo garantizar que son los mínimos (como en toda profesión), no se puede echar por tierra a todo un colectivo ni de intentar machacar al resto.

Ahora resulta que los empleados públicos son una rara avis donde vamos a tener que ir ocultando nuestra profesión o puesto que ocupamos, porque en el momento que dices “empleado público” lo único que intentan es desprestigiarte, machacarte, hundirte.  ¿Por qué se les tiene tanto odio a los empleados públicos?

Todos hemos tenido alguna mala experiencia, hasta los propios empleados públicos, pero hay que saber o conocer que hay tras esa mala experiencia. ¿Falla la burocracia? ¿Falla el sistema? ¿La culpa es del empleado público?

Cada situación que se da tiene detrás una historia, que desgraciadamente, no todos pueden saber o conocer y en un momento de cabreo, las culpas van al que está dando la cara tras un mostrador, en una mudanza, en una reparación. Todo esto es una situación injusta.

En este país, todos tenemos la obligación y el deber de contribuir con los impuestos que nos imponen y que dictan la ley. Los empleados públicos también los hacen. En este sentido son de los más controlados gracias a su estabilidad, y estos impuestos que todos pagamos, por estos impuestos, hay que mirar. ¿Y de qué manera puede mirar un empleado público? Por intentar que no se despilfarre, porque cuando hay que hacer un trabajo se realice correctamente, cuando haya que hacer una inversión en unas mejoras sociales, sean las más adecuadas, cuando haya que montar o desmontar una exposición, sea de la forma más profesional que se pueda por perseverar el patrimonio de todos los españoles.

Lo que es realmente triste y lamentable, es que esa labor no se vea, no se tenga en cuenta, y lo único que valga es el desprestigio por haber pasado muchas horas de tu vida clavando codos como un…. Y encima seas, parezcas o te miren, como el tonto y culpable de esta guerra. Guerra, que también sea dicho de paso, estamos padeciendo con recortes que nos hacen retroceder muchos años atrás. Recortes en la nómina para que la crisis sea menos dolorosa para el resto de ciudadanos, etc… y encima dicen que el empleado público no está padeciendo la crisis.

Somos conscientes que todo el mundo lo está pasando mal. Todos tenemos familia, vecinos, conocidos que están siendo atizados por el paro, pero, ¿la culpa es del empleado público y por esto tanto odio? Creo que es muy injusto, como otras tantas injusticias que se cometen contra el resto de ciudadanos de a pie.


@LuisAlguacil

sábado, 2 de julio de 2011

Encuentro con Ginés Liébana

Un día antes del fatal día para Córdoba y sus opciones sobre la Capitalidad Cultural de 2016…


…Pasaban unos minutos sobre las siete de la tarde y con una ola de calor sobre la capital de España, nos disponíamos a subir una 3ª planta (eso si, con ascensor), para hacer entrega de una carpeta de grandes dimensiones. Sentado en la puerta del portal, un señor con aspecto de ser el portero de la finca tomaba el “aire”.

A la entrada al portal de este edificio ubicado en un barrio muy céntrico  de Madrid, rápidamente apreciamos que estábamos en el destino correcto. Sobre las paredes había detalles de la persona a la que buscábamos en la 3ª planta Puerta A. Al llamar al timbre y tras unos segundos, aparece un señor aparentemente joven. Mi mirada se dirige hacia el interior de la vivienda, como intentando identificar a nuestro hombre.

-Hola, ¿Don Ginés Liébana por favor? Reaccioné a preguntar

-Aquí no es. Tienen que coger el ascensor que hay justo al otro lado de las escaleras. –Nos explico el caballero muy amablemente e imaginamos que no seria la primera vez que preguntaban por él en su casa.

Demasiado bien habíamos llegado como para atinar a la primera en la ciudad de las oportunidades. Bajamos por la caja mecánica y efectivamente, justo al otro lado de las escaleras había otro ascensor en cuya puerta había una inscripción que indicaba: “A”. Perfecto, pero ese detalle nadie nos lo había comunicado. Sin que nos diera tiempo de abrir la puerta para subir, aparece el señor con pinta de portero, que en esta ocasión si nos pregunta que a donde nos dirigíamos. Nos da explicaciones de que no nos había dicho nada a la entrada porque nosotros no habíamos preguntado y el daba por hecho que sabia a donde íbamos.

Ya en el ascensor llegamos a la 3ª planta y ahora estábamos seguros de que era allí. Aunque nos indicaron en la dirección que era en la puerta A, solo existía esta en la planta. Pero independientemente de este detalle, justo al salir del ascensor, ya parecía que estábamos dentro de la casa del artista. Con la entradilla del portal adecuado a su estilo, le daba un toque personal a aquel recibidor. Ya se respiraba de forma diferente.

Llamamos a la puerta usando el timbre que se encontraba a nuestra izquierda. No se oía ningún ruido y le comuniqué a mi compañero Antonio que quizá debíamos de haber llamado antes, para confirmar que llegaríamos a la hora prevista. Cuando termino de comentar a Antonio se escuchan unos pasos cortos pero como con prisa y de repente una voz de detrás de la puerta nos hablaba

- ¿Quien es? – Nos respondió una voz claramente anciana.

- Buenas tardes, venimos de Córdoba para entregarle un paquete.

- Es verdad, no me acordaba, pero es que me pillan en la ducha y ahora mismo no les puedo abrir. - Nos decía con la voz agitada por el apuro, aunque pronto continuaba. – Bueno, lo que puedo hacer es que os abro la puerta mientras yo termino.

- No se preocupe usted que nosotros esperamos aquí fuera a que este listo. No llevamos ningún tipo de prisa, de verdad, no se preocupe

Antes de acabar mi frase se escucha que abre la puerta y la deja un poco encajada. Dentro de la vivienda no se ve nada por lo extremadamente oscura que se encuentra y de buenas a primeras, como si de una película de terror se tratase, se ve cruzar una sombra que salía de detrás de la puerta hacia dentro de las dependencias en pasos cortos pero como con prisa. Era la sombra de Ginés Liébana que se disponía a terminar de vestir para poder atendernos.

Antonio y yo nos mirábamos sin saber como reaccionar o que hacer, cuando se vuelven a escuchar las voces lejanas de este señor invitándonos a entrar en su casa mientras nos indica que cogiésemos acomodo. Al principio con un poco de vergüenza pero a continuación, y sin querer ser descortés, accedimos al interior de la vivienda. Aunque más que una casa al uso se parecía a un museo.

Una vivienda poco definida y sin saber hacia a donde entrar por no invadir ningún espacio que estuviera fuera de lugar, en la primera habitación que nos quedaba a la izquierda, en esta nos metimos. Imagino que entramos allí por la luz que había en este habitáculo y tiene su sentido. Al ser la última planta de la finca, como si de un ático se tratase, en el techo de esta habitación tenia un gran ventanal con cristales totalmente opacos por donde entraba tantísima luz. Luz que necesitaría para sus creaciones ya que nos habíamos metido en el lugar donde da rienda suelta a su  imaginación. Estábamos en el centro de operaciones de D. Ginés Liébana. Todo un lujo.

Antonio y yo totalmente callados, registramos el cuarto con la mirada. Queríamos verlo todo, cada detalle. Obras que conocíamos por catálogos estaban allí, decorando su estudio. El trofeo que se le concedió por cordobés del año, óleos de folklóricas, una bandurria usada para recrear una cara, etc.… Un atril en mitad de la habitación, un sillón especial y ergonómico para sentarse con comodidad y una mesa a la derecha del atril llena de pinceles, oleos y artilugios para exprimir bien los botes. Todo cuidadosamente desordenado. Se apreciaba que viva solo.

Tras muy pocos minutos, se volvían a escuchar aquellos cortos pasos pero como con prisa, y como niño que espera la aparición de su ídolo, escuchaba como se acercaba y la inquietud más me aumentaba, hasta que hizo su aparición, que para mi fue espectacular al igual que deseada. Sabia quien era por su obra pero no lo conocía personalmente. Estaba delante de un gran artista de aquellos que se estudian en los libros.

Llegó abrochándose los botones de la camisa blanca que llevaba puesta y con el pelo despeinado, que más aspecto de genio le daba, nos saludaba con voz muy baja y agitando nuestras manos. Nos enseño su casa disculpándose por el desorden, mientras nos dirigíamos aun lugar más fresco, según el. Una habitación con un antiguo ventilador de techo del que tiraba de su cuerda para que fuese a más velocidad. Nos pregunta que si estábamos frescos pero nada de eso me importaba. Yo quería hablar con el, preguntarle, y he de reconocer que cada vez que habría la boca era para soltar la sabiduría que te da la edad pero sobre todo si eres un artista.

En esta otra habitación también se respiraba el arte y la mesa nos indicaba que estábamos en otro lugar de creación. Donde nos encontrábamos tenia una mesa de estudio llena de lápices y bolígrafos donde recreaba a sus famosos “Ángeles” bañados con el agua que usa para difuminar la tinta. Encima de la mesa y como si no tuviera donde ponerlos, como si fuese una baraja de cartas mal ordenada, varios dibujos que va dejando por medio como el que deja la correspondencia recién cogida del buzón. Era una mesa con mucho valor, sin duda.

- ¿Aquí es donde usted se inspira? – Le pregunto Antonio

- Yo no creo en la inspiración, yo pinto cuando me da la gana. – Le respondió sin sin ningún tipo de complejo

- Par a vivir así he tenido que renunciar a muchas cosas, a mucho dinero, de hecho, hace mucho que no tengo coche. He aprendido a vivir sin la abundancia. Para conseguir lo que tengo ha sido a base de dejar a un lado los materialismos. Escribo cuando quiero y dibujo cuando me apetece. No acepto encargos porque no seria igual mi obra. – Antonio y yo solo escuchábamos.

Estuvimos charlando un buen rato, conversación que no es transcendental para esta historia y que me guardo para mí como si fuese mi propio tesoro. Al rato de estar allí, le  hago entrega de parte de su obra, que es lo que llevábamos para devolverle. Le entrego una diligencia para que la firme y dejar constancia que la ha recibido. No me canso de contemplar la firma que es como él, única y bien datada.

Cuando nos íbamos, lo hacia con pena. No sabía si tendría la posibilidad de saludar a otro artista de su talla, y longevidad. Nos despedimos y él mismo nos abrió el ascensor. Al llegar abajo, el portero seguía tomando el “aire” y también tuvimos oportunidad de compartir unas palabras con este extremeño, que con el paso del tiempo, nos reconoció que cada vez se le hacia más pesado vivir en Madrid.

A mi no me importaría vivir una temporada en la capital de España, pero prefiero recordarla y visitarla espontáneamente. No quiero que me pase como a nuestro portero extremeño.

Hasta aquí, una aventura, que me hace feliz cada vez que la recuerdo.

Sígueme en Twitter: @LuisAlguacil

sábado, 4 de junio de 2011

Córdoba 2016, ya va siendo hora

Tras la demostración ciudadana del pasado viernes, cuando el jurado que decide quien será Capital Cultural 2016 visitó la ciudad, quedó bien patente las ganas que tiene Córdoba por ser algo, por ganar algo, y por cultura, historia y ganas, ya va siendo hora que los cordobeses obtengan su recompensa.



Twitter era un hervidero con la etiqueta #cdb2016 llegando al ser tema del momento a nivel nacional y si tenemos en cuenta esta otra etiqueta #Cordoba2016, hubiese sido a nivel mundial. Un movimiento ciudadano que no es controlado por ninguna institución y donde se demuestran las ganas que hay en la ciudadanía.

La historia reciente de la ciudad demuestra que Córdoba ha sido maltratada en cuanto a acontecimientos importantes a celebrar, más allá de alguna gala que otra de teatro, música, etc. Córdoba necesita el empuje definitivo para que todo el mundo sepa que se cuece en ella. La cantidad de arte, belleza, sabiduria, etc., por metro cuadrado que derrocha esta ciudad, lo merece.

Los cordobeses somos muy apáticos con lo nuestro, pero cuando todos remamos hacia la misma dirección, eso la ciudad lo nota. Somos capaces de llevar a la cima más alta lo que nos propongamos y la prueba es el movimiento en Twitter que he nombrado anteriormente. De las seis ciudades candidatas y quedando solo Las Palmas por ser visitada por los miembros del jurado, Córdoba ha sido la única en movilizarse en la conocida red social, teniendo conocimiento el presidente del jurado y esto, sin duda, es un punto a favor de Córdoba.

La cultura en Córdoba se debe de afianzar de tal manera que forme parte de nuestras vidas. Cuando alguien piense en cultura, que piense en Córdoba. La cultura tiene que ser una prolongación de los cordobeses, tenemos que arraigarla en nuestra idiosincrasia como si formase parte de nuestra alma. Todo esto no se puede quedar en un detalle puntual por querer conseguir algo. Córdoba tiene que significar cultura y cultura tiene que ser sinónimo de Córdoba.

Ya va siendo hora de que Córdoba y los cordobeses ganen algo.

Sígueme en Twitter: @LuisAlguacil

martes, 15 de marzo de 2011

Mi tierra de la libertad. ¡Oh Cádiz!

Sin duda alguna, de esta forma es como titularía mi última estancia en el carnaval de Cádiz. Sin duda alguna este año he exprimido mucho más mi experiencia, casi tanto que he llegado a sentirme gaditano. Con todo lo que conlleva ser de la tierra de la libertad. He vivido las satisfacciones más profundas mezcladas con los sinsabores más superficiales. Con lo bueno y lo malo. Pero me surge una pregunta ¿realmente lo ha vivido todo?


Evidentemente no voy a enumerar lo "menos" bueno que he vivido este año en Cádiz, esto me lo guardo para mis memorias y para quien tu sabes (aunque mejor espero a que salga la película), me centraré en todo lo positivo, aunque tampoco esperes que te de pelos y señales. Te lo voy a describir a mi manera. ¿Sabes lo que es tener el cuerpo "a flor de piel"? Esa es la sensación que mejor puede definir todo lo vivido.

Después de muchos años disfrutando el Carnaval de Cádiz junto a la mejor compañía que el cielo me podía haber puesto en la tierra, en esta ocasión, ha sido la segunda vez que me disfrazo, paradójico, pero cierto. Dejando mi vergüenza torera en Córdoba y vistiendo mi desvergüenza gaditana de marciano, jamás había vivido esta fiesta desde el lado más gaditano que te puedas imaginar. Pudiendo cantar a su gente en sus calles, encontrándome con amigos que en mi ciudad no me encuentro, codeándome con quien siempre he admirado (y lo sigo haciendo), reírte con los demás sin que ellos lleguen a saber quien eres realmente y que haces allí. Mojarte mucho por fuera (¿verdad David?) aunque esto va dejando de ser una novedad y mojarte mucho por dentro (¿verdad Luis?) aunque esto, también va dejando de ser novedoso (prometo vivirlo de otra forma en años venideros, si los hay). 

Conseguir que un amigo mio de Cádiz se encuentre con otro amigo de Córdoba y se hablen, se disculpen, se entiendan, se abracen. Comerte un "papelón" de croquetas, adobo y chocos en la Plaza de las Flores. Mezclarte con la celebridades televisivas, vivir con ellos la fiesta y ver como la disfrutan (¿verdad Manu?). Después de un buen rato a pie quieto (¿verdad cariño?) y sin dejar que los combinados hagan su efecto uno detrás de otro, "comerle" la oreja al de turno hasta que "alguien" te tiene que tirar de la tuya (tu oreja), porque si no, uno no tiene "j'artura".

Todo esto, y algo más, ha sido mi paso por un carnaval gaditano pasado por agua (otra vez). Experiencia que cada vez que la recuerdo, no puedo evitar que se me ponga el cuerpo a flor de piel. Pero me continuo preguntando, ¿Me queda algo por vivir? La respuesta es fácil.

Fotografía: La Voz del Carnaval
Este artículo va dedicado especialmente para Susana, Manu Sanchez, David Amaya "Agüito" y "los ilustres comparsistas". Sin duda, estos son los nombres que me recordarán este carnaval en el futuro.

domingo, 27 de febrero de 2011

Cádiz, tierra de la libertad

Tres mil años de historia, ¡Oh mon amour! Tres mil años de libertad y todos tan “Molto conttenti”.

Un carnaval gaditano que año tras año a nadie deja indiferente, gracias a la libertad que lo abandera, y que los hombres nos empeñamos en maltratar a esa “libertad”, para justificar el supuesto daño que otros hacen a un concurso con demasiadas normas y reglas para que solo se cante en el Teatro Falla.



En primer lugar y partiendo de la base que soy cordobés, quiero aclarar antes que nada, que no formo parte ni represento al Coro de David Amaya Jiménez “Agüito” “Los mon amour” ni tampoco a la Comparsa de Miguel Amate “Los Molto Conttenti”. Ambas agrupaciones, descalificadas por una polémica norma que no permite participar a las agrupaciones en ningún concurso paralelamente, mientras dure su participación en el COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas).

Evidentemente, las normas están para cumplirlas y, afortunadamente, el COAC no es el Carnaval de Cádiz. Simplemente es un concurso donde quienes lo manejan, viendo la avalancha de agrupaciones que últimamente llegan a Cádiz, desde todo el país, con el objetivo de cumplir su sueño de cantar en el Gran Teatro Falla, se inventaron esta norma para obligar a los grupos que decidan si prefieren cantar en Cádiz o en su localidad. Una norma tan absurda como perjudicial para el propio concurso, porque este artículo solo perjudica a las agrupaciones con calidad que tiene posibilidades de pasar a cuartos, que es cuando se podría incumplir la norma, y no perjudica a la mayoría de agrupaciones que solo van a Cádiz a cumplir ese sueño, sabedores que no tienen posibilidad de pasar de ronda y que sin problema podrán concursar en su localidad.



Pues como decía anteriormente, las normas están para cumplirlas y cuando alguien se presenta a cualquier tipo de concurso, se supone que entiende y acepta las normas del juego. Me apuesto, y estoy totalmente convencido, que estas dos agrupaciones cordobesas, en ningún momento han querido “colársela” al jurado. Con su participación han querido demostrar que esta norma perjudica a un concurso que debe de crecer para bien y no para mal. A no ser que solo quieran participaciones gaditanas y no se quiera contar con el resto de provincias. Seguro que hay mejor manera para hacer una criba, donde los grupos que resten calidad al concurso, puedan participar. Pero siempre sin perjudicar a nadie.

Como buen amante del Carnaval de Cádiz y seguidor del COAC, jamás me imaginé escribiendo sobre este tema, pero anoche escuchando la actuación del Coro “Los mon amour” a través de la Cadena COPE de Cádiz, quedé tan indignado con los comentaristas que esta mañana no me he podido resistir expresar mi malestar e impotencia por como trataron a este grupo. Les faltó decir que eran unos delincuentes. No recuerdo los nombres de dichas personas, pero eran dos hombres en la unidad móvil  y una mujer entrevistando en el patio de butacas y en bambalinas. Se llegó a decir que para que venían a cantar si sabían que iban a ser descalificados, a lo que otro le respondió que era por salir en televisión y por las ondas para que en un futuro pudiesen ser contratados en distintos certámenes. La mujer que estaba en bambalinas, tuvo la oportunidad de hablar con uno de los componentes y este, le mostró que no entendían la norma pero que la acatarían sin ningún problema, pero que el malestar lo tenían, evidentemente, después de haberse ganado su pase a cuartos legalmente. Antes de interpretar el primer pasodoble, se había filtrado de qué trataría, y el tema, como no podía ser de otra manera, hablaba de la imposibilidad de poder actuar en los dos concursos. Pues antes de que lo cantaran estos cordobeses, los señores locutores de la COPE empezaron a debatir sobre que alegato harían para defender que se pudiera cantar en ambos lugares. El pasodoble, realmente trataba sobre el deseo de cantar a sus dos madres (Cádiz y Córdoba) y no poder hacerlo. Al termino, los locutores empezaron a decir que existía mucha hipocresía ya que lo que habían declarado en bambalinas antes de la actuación no s correspondía con lo que habían cantado, llegando a catalogar al Coro de Hipócrita y a mencionar que si es cierto eso que tan bonito habían dicho, haber si era verdad y los veían por las calles de Cádiz cantando. Le recuerdo a estos señores, que este Coro estuvo en la erizada, solo como apunte.

Al término de la actuación, la agrupación salió a la carrera para Córdoba, sin tiempo para realizar declaraciones a quien cubría la información en bambalinas, por que allí, se habían clasificado para la final y querrían llegar a tiempo para poder actuaren la  final de su tierra. Pues este acto, también fue mal visto por estos locutores, volviendo a dar su opinión de que “para eso, mejor que no hubieran venido”.

De la misma manera que el COAC tiene la obligación y el deber de hacer cumplir sus normas, tanto el Coro de Córdoba como la Comparsa, tienen su deber de defender un repertorio en cuartos habiéndose clasificado legalmente. ¿Qué no han cumplido una norma? Que el jurado haga su trabajo, como bien hizo. Pero con la actuación de estos dos grupos se demuestra que hay un vacío muy grande en este artículo y que el único perjudicado es el COAC.

Puedes seguirme en Twitter: @LuisAlguacil

martes, 15 de febrero de 2011

Que alguien me arroje luz, que no lo veo

Después de dos días que hace que se celebró la ceremonia de entrega de premios en el 25º Aniversario de los Goya, y tras escuchar el discurso de su (ex) presidente, Alex de la Iglesia, hay muchas cuestiones que se me escapan y otras que si logro entender sobre lo que menciona. Voy a intentar explicarme sobre lo que entiendo y no.

Fotografía:  www.rtve.es
En lo primero que estoy totalmente de acuerdo, es en como enfoca el tema pacificando la situación y alabando que cada parte mira por sus intereses y que en definitiva son por el bien del cine."PUEDE PARECER que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA MÁS. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia." 

Continuando y analizando, otra frase que me encantó fue cuando dijo que Internet no es el futuro, si no que Internet es el presente. Dando en el clavo de que Internet forma parte de nuestras vidas, efectivamente ya no es el futuro, estamos dentro de Internet. "Internet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro PUBLICO”.

En la siguiente frase es donde me pierdo y no logro entender “Ese público que hemos perdido, no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a Internet, porque Internet es, precisamente, la SALVACION de nuestro cine”. Por favor, pido a quién lea esto y lo entienda que me lo intente explicar porque no lo asimilo, gracias.

Aunque a lo mejor no hay nadie que lo entienda y lo fácil es estar al lado del Director rebelde y con causa, y quizá empecemos a entenderlo cuando alguien de alguna solución para cambiar el modelo. “Sólo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, páginas Web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia una nueva manera de entender el negocio del cine.”

Y es en el párrafo siguiente cuando entiendo a Alex de la Iglesia y a su OBLIGACIÓN Y RESPONSABILIDAD MORAL con el público. “Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el público. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento.” Evidentemente que tiene que mirar por los ciudadanos que os permiten hacer películas, porque esas películas están subvencionadas por todos a los que les debéis responsabilidad moral. Preguntad a autores, productores, distribuidores, exhibidores (que no obtienen subvenciones) que opinan sobre que no se recupere la inversión que hacen.

Toda esta polémica me hace gracia cuando a miles de personas les preguntas que opinan sobre el cine español y nadie lo valora. Ahora resulta que todos somos fan de Alex de la Iglesia, que por cierto y vaya por delante, me encanta como director de cine. Es de lo mejor (para mi) por eso me quedé descolocado con su postura.

En definitiva, pienso que Internet devalúa el producto. Hay millones de usuarios que llenan sus discos duros de gigas y gigas de películas (que muchas no verán, sin duda las españolas) sin mencionar la mala calidad de estas. Para mí, esto no es consumir cine. Cine es olor a butaca mezclada con palomitas y en su defecto, el sofá de mi casa con mi mujer, el  5.1, su risa, la mía (y no la de quienes se cuelan por el audio de la copia pirata) y el olor a palomitas.

Lo bonito de todo esto es el debate, por ello respeto al señor Alex de la Iglesia y a todos los que piensan como él, que hay muchos más que los que opinamos de otra forma, que espero que también seamos respetados.



martes, 4 de enero de 2011

Fumar "era" un placer

Como de un plumazo, todos los fumadores de este país se han puesto en huelga salvaje de entrar en los bares en protesta a la ley de proteger a los que no fuman. Pues cuidado con este tipo de acciones que os pueden mitalirizar y entonces dejareis de fumar por la vía militar. Aunque confío plenamente en que esta actitud de no entrar en lugares libres de humo llegue pronto a su fin. España es un país de bares, al menos Andalucía. Muy pronto volverán.


Tonterías a parte. Una ley que protege al que no fuma. ¿Como cambia el significado de la ley de esta forma? Yo no soy fumador, pero lo fui y reconozco que somos los más intolerantes con los que fuman en la actualidad, pero pienso que nos expresamos con más radicalismo por varias razones: una es la de decir en voz alta YO HE SIDO CAPAZ DE DEJAR DE FUMAR y otra razón creo que puede ser la de motivar y hacer visible que es posible dejar el hábito del cigarro en la boca, por que no deja de ser un hábito, y malo. Creo que hoy por hoy son mayoría las personas que no fuman y estas podrán acudir a los bares con mucha más tranquilidad. 

Un familiar muy directo mio tiene un bar, el ha sido fumador hasta hace 14 años y me comenta que todavía le siguen dando ganas de fumar. Durante estos catorce años que lleva sin consumir cigarrillos, ha pasado de ser un fumador activo a ser fumador pasivo con el peligro que ello conlleva, ya que tiene más posibilidades de caer enfermo los pasivos que los activos. Pues este familiar está la mar de contento con esta medida y eso que es propietario de un negocio de hostelería, pero la salud está por encima del negocio.

Personalmente no hubiera sido tan estricto con esta ley. Evidentemente hubiera prohibido fumar en locales de ocio pero con matices. En todos aquello establecimientos que se sirvan cualquier tipo de comida, PROHIBIDO, en los que no se sirvan comida, no. En este país de bares, como dije anteriormente, el ir al bar y tomate el aperitivo ha ido siempre acompañado del cigarro y esa cultura va llevar su tiempo el cambiarla. La única forma es así, con leyes, ya que de otra manera no somos capaces. Esto es como la ley de prohibido circular a más de 120 k/h, ¿por que?, por que te puedes matar. Es exactamente lo mismo, pero en este caso matan dos pajaros de un tiro, miran por tu salud, pero sobre todo por el que tienes al lado y a quien ni tan siquiera preguntan si le molesta el humo. 

Es cierto que con esta medida se convierte en un bicho raro a todas las personas que ves de esquina en esquina, bien en la puerta de la oficina, en la del bar, pero hay que cambiar el chip. Fumar ya no está de moda.