Sr. de Alguamora, este es mi nombre. Me considero un buen espadachín pero muy desafortunado en el juego, lo que quiere decir que no puedo utilizar mi habilidad para competir, siempre caigo abatido. Paradójicamente, todo lo bien que se manejar mi espada no me sirve para vencer cuando me enfrento a alguien que ponga en peligro la vida de los demás, o la mía propia. Procuro no meterme en problemas, aunque son ellos quien me encuentran siempre y al tener la gran habilidad de salir siempre derrotado en todos mis enfrentamientos, suelo tirar siempre por la calle de en medio, vamos que huyo como vil perro bellaco con rabo entre las piernas. De esta forma, he adoptado un lema, que hasta la fecha me está yendo muy bien y que disimula mi carencia competitiva: “dos no se pelean si uno no quiere”. Este es mi lema.
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