miércoles, 20 de octubre de 2010

Díaz Ferrán, tus empleados de Marsans nunca te olvidarán



Después de muchas horas cabalgando sobre mi compañero inseparable, Cinanteca, me dispuse a buscar alojamiento en la localidad más próxima.

- Hola, ¿podría hablar con el amo de la posada?
- El amo de la posada no se encuentra ahora mismo, ¿quien pregunta por el?
- Un humilde caballero que lo único que pretende es descansar
- Pues mi amo tardará en llegar, está administrando sus otros cinco negocios, por lo que estará aquí  más tarde, pero si lo desea, le puedo atender yo mismo
- No me importa, solo quiero cobijo para esta noche
- Muy bien, si es solo por esta noche no tendrá ningún problema en quedarse. Para más días lo tenemos todo ocupado. Dígame su nombre.
- Sr. de Alguamora. ¿Y dice usted que esta todo ocupado para más noches?
- Si, lo ocupan los trabajadores de los otros cinco negocios que tiene mi amo
- Parece que su amo es un señor muy poderoso y por lo que comenta muy generoso...
- Si, es muy poderoso y ademas muy generoso, nos hace un precio especial por ser sus trabajadores, además    fíjese si es buena persona que nos permite trabajar más y ganar menos para que el pueda seguir ampliado sus negocios y nosotros poder continuar alojándonos en sus dependencias durante más tiempo.

De repente, hay algo que me viene a la mente y me hace predecir el futuro: "Sin duda alguna, este será el negocio de los siglos venideros. La explotación y la prostitución del ser humano"

Gracias a estos grandes jefes y filósofos, las crisis venideras no tendrán futuro.

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